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Me gusta cocinar pero como tengo poco tiempo he ido aprendiendo a disponer de ingredientes sabrosos que compro frescos y los faeno un poco para luego congelarlos. Por ejemplo, compro cebollín, lo lavo y luego corto en pequeños trozos y rodajas, todo lo cual lo pongo a congelar en un recipiente hermético. Compro varias cabezas de ajo, las pelo, les quito el nervio verde y los corto en pequeños cubitos que por cierto pongo a congelar. Para poner sabor y color, compro unos lindos pimentones verde, rojo y amarillo, los corto en juliana o lo trozo en cubitos y los mezclo en un recipiente para finalmente congelar coloridamente. También lo hago con champignones que corto en delgadas láminas y luego congelo. Hasta el pan debidamente envuelto en una bolsa sellada lo congelo y siempre tengo disponible. Para comerlo basta ponerlo en el horno eléctrico o sobre la siempre útil lata de tostar.
Es una enorme cantidad de platos los que puedo preparar usando estos ingredientes que siempre están disponibles en mi congelador.