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Debe ser una sensación bastante común entre quienes tienen una muralla compartida con vecinos que te limitas en tus ruidos para no molestar y estás atento al sonido que viene de Â"al ladoÂ". Todos apestados por una mala construcción. Me parece que tiene solucióny además puede ser divertido.
Esta idea se aprovecha de la existencia de espumas aislantes en aerosol y que dada su adherencia permite Â"pegarÂ" distintos elementos que pueden ser decorativos.
Una vez que decides solucionar el tema de la aislación, junta objetos livianos que te gustarÃa ver pegados en la muralla. Botellas, pósters, cajas de CD's, esa polera regalona, algunos juguetes que ya no te viene bien usar, en fin todo lo que quieras.
Manos a la obra, pones un bastidor (largueros de madera que cierren el espacio que vas a llenar de espuma), distribuyes la espuma con abundancia y vas pegando los objetos que serán tu obra de arte, paso a paso terminas con el problema de aislación acústica y obtienes una muralla personal y llena de creatividad.