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Imagina que ir al supermercado sea un buen panorama de restaurante. Llegas solo o con toda tu familia a servirte algo rico al restaurante al interior del supermercado. La mesa que reservaste te espera y una vez acomodados, en la mesa activas un tablet touch que te permitirá seleccionar el almuerzo (podría ser también a la hora de la cena). A continuación pasas a la sección de compra en el tablet y comienzas a marcar los productos que vas a comprar (podría ser solo validar la lista de compras de tu visita anterior pues puedes contar con una vista personalizada como cliente habitual). Hecho el pedido, te dedicas a disfrutar mientras, tras bambalinas, te preparan el embalaje de tu compra (la que podrás llevar contigo o solicitar el envío a tu domicilio). Finalmente, pagas tu cuenta y bien satisfecho te retiras de tu supermercado.
Pueden existir otras variantes disfrutables, como por ejemplo un supermercado que cuenta con cabinas para ver buenas películas (definidas por tiempo de duración) mientras te sirves unos appetizers y algún bebestible a elección. Antes de iniciar la película, haces el pedido electrónico de tus productos y comienzas a disfrutar. Ciertamente, el supermercado tendrá tu pedido disponible al momento de terminar la sesión de cine.
Podría ser un gimnasio, una librería, una clase de cocina, cualquier disfrute a elección de esos clientes con poco tiempo y que están dispuestos a pagar algo más por aprovechar bien la jornada. Asimismo, la experiencia sería aún más sorprendente si con una App hicieras la interacción que permite el pedido de compras con la lista que seleccionaste en casa.
Contaré los días hasta que se haga realidad esta idea.